Los agricultores de California han usado la cloropicrina de forma segura por más de cincuenta años. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) no la clasifica como un cancerígeno. La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA) terminó una revisión amplia y exhaustiva de ocho años sobre la cloropicrina y ha concluido que puede continuar usándose de forma segura por los agricultores a nivel nacional. La EPA tampoco considera que sea un cancerígeno y afirmó que tenía suficiente información sobre la salud humana y los efectos ecológicos para determinar que no presenta riesgos inadmisibles o efectos adversos para los humanos o el ambiente.
No hay estudios válidos que indiquen algún riesgo de salud importante para los consumidores asociado con la cloropicrina. La EPA requiere que los agricultores implementen algunas medidas precautorias para proteger a los trabajadores y a otras personas en las proximidades cercanas a los campos que están siendo tratados (o han sido tratados recientemente) con cloropicrina. Algunas de esas medidas precautorias incluyen requerir a los agricultores que dispongan una "zona de contención" alrededor de los campos que están siendo tratados, señales colocadas en los campos durante e inmediatamente después de ser tratados para prevenir a los trabajadores a que no entren, restricciones de tratamiento en áreas cercanas a escuelas, guarderías autorizadas por el estado, asilos y hospitales, requisitos para el uso de las lonas durante y después de los tratamientos, entrenamiento a los trabajadores; preparación de emergencia y programas de respuesta y avisos a las agencias de respuesta de emergencia. Estas y otras medidas están implementadas para ayudar a asegurar la salud y seguridad de los trabajadores y la comunidad. Los efectos primarios para cualquiera que esté expuesto a la cloropicrina durante uso impropio son irritación de ojos de corto plazo, lagrimeo, posiblemente garganta rasposa o tos. Pero estos incidentes son raros.
Ambientalmente la cloropicrina no tiene un potencial de reducción de ozono significativo porque experimenta descomposición rápida en la luz del sol. Es metabolizada en el suelo a dióxido de carbono. En un estudio de metabolismo de plantas utilizando suelo tratado con esta sustancia, no se detectó ni cloropicrina ni nitrometano en ningún tejido de la planta o producto cosechado. Los productos de descomposición de la cloropicrina en el suelo (dióxido de carbono, nitrato, cloruro) son nutrientes básicos no sólo para las plantas sino también para los microorganismos que habitan en el suelo.
Aun cuando la EPA federal re-registró la cloropicrina después de un amplio estudio de ocho años de sus efectos sobre la salud, la seguridad y el ambiente, la ley del estado de California requiere que el CDPR conduzca su propia evaluación científica y reevaluación de las medidas de seguridad requeridas para su uso en el estado.
El CDPR hará una decisión inicial basado en la evidencia científica y se espera que anuncie esta decisión a principios de 2013. Abrirá un periodo formal de comentarios, comúnmente de 90 días, para que el público haga sus comentarios. Después de revisar los comentarios, se espera que CDPR anuncie su decisión final a finales de 2013.
Los consumidores de California posiblemente tendrían menos frutas y vegetables producidos localmente y tendrían que importar más alimentos de otros estados y países si la cloropicrina no es re-registrada por el estado. Tan sólo en una cosecha, se podrían perder 70,000 empleos en California. La mayoría de las familias agricultoras de California estarían fuera del negocio ya que enfrentarían una desventaja competitiva con los agricultores en otros estados y países dónde la cloropicrina está aún disponible para controlar las enfermedades de las plantas en el suelo.
Los agricultores en otros estados y países pueden usar cloropicrina legalmente y pueden exportar sus productos a los consumidores de California, incluso si el CDPR niega la misma opción a sus propios agricultores.
ver todos ›
